diumenge, 25 de maig del 2025

Un poeta del pueblo

 Miguel Núñez Pedregosa (Lora del Río, 30 de septiembre de 1941 - 13 de febrero de 1995)


Intervenció de Joan Tafalla

0.- ¿Qué hace un chico como yo en un sitio como éste?

 La responsabilitat que jo estigui avui i aquí davant del micròfon dirigint-vos unes paraules en aquest homenatge al nostre (de Lora i de Sabadell) poeta del poble Miguel Nuñez Pedregosa és de l’amic Manolo Roldán. Jo tenia intenció de venir a escoltar i a aprendre però no de parlar. Hi ha persones que parlaran després que van conèixer Miguel molt millor que jo, començant per la seva germana Setefilla, la nostra estimada Felisa Paz, pel mateix Manolo i seguint per molts dels seus familiars amics i companys! Ja els tindrem el plaer d'escoltar-los dins de res!

Però ja sabeu lo convincent i insistent que és Manolo quan s’hi posa. I aquí estic.

Intentaré descriure en el breu temps que em correspon alguns trets de la seva obra poètica. Intentaré pensar amb vosaltres alguns dels temes que van omplir la vida i obra de Miguel. I tractaré comprendre el context en què van sorgir aquella extraordinària generació de poetes populars de la que ell va ser una figura molt destacada. 

Abans de continuar vull agrair a José Luis Gonzalez mestre jubilat del col·legi Reyes de España de Lora del Río, regidor de IU a l’ajuntament d’aquella localitat durant setze anys, que va col·laborar estretament amb Miguel quan el poeta va retornar al seu poble en nombroses activitats de caràcter cultural pel vídeo que hem projectat abans de la meva intervenció i per les notes biogràfiques que molt generosament ha volgut compartir amb mi.[1] Sense aquesta informació, no hauria pogut escriure les paraules que us llegeixo.

Encara que m’expresso molt millor en la llengua que em van donar els meus pares, passaré al castellà per a que el vídeo que estem gravant pugui ser entès a la terra que va veure néixer i créixer en Miguel. La terra que va formar la seva experiència de vida i va fornir la matèria prima de la seva poesia, del seu teatre, de les seves narracions i de la resta de la seva obra.


1.- Los poetas populares en la generación de la caída del franquismo

Empezaré por una anécdota que para mí, adquiere la dimensión de categoría. Teniendo Miguel 37 años se desplazó desde Sabadell a Madrid a la fiesta del PCE del año 1978. Miguel fue llamado a recitar desde un estrado donde un poco antes había cantado Manuel Gerena y se hacían actividades culturales. Recitó su conocido poema “Ya puedo ser comunista”. Multitud de manos callosas de obreros y obreras estallaron en una ovación enorme, épica. La gente le rodeó, abrazándole y hablándole de sus vivencias que eran las mismas que las del poeta. Él las había sabido expresar en palabras y había recitado el poema lo más profundo de su corazón. Allí mismo vendió y firmó muchos de sus libros. Probablemente estamos hablando de Mientras voy caminando (1975) o de Al pueblo trabajador ( 1976 i 1978). Miguel sintió por unos momentos que tras dura siembra y laboreo de su poesía realizado en tantos años recogía sus frutos. Con toda seguridad fue uno de los momentos más altos en su vida como artista integral.[2]

La virtud de Miguel era que conocía bien la psicología del pueblo. Sabía interpretar con sus palabras las emociones y las vivencias de los momentos históricos que vivíamos los de su edad y los más jóvenes. Los momentos de la lucha obrera de aquellos años. Los de las grandes esperanzas que se convertían en enormes movimientos colectivos que conseguían victorias en las empresas, en los barrios, en todos los ámbitos de la vida.

Miguel no era alguien externo de los sentimientos populares sobre los que escribía. Con su palabra encendida Miguel nos emocionaba, nos levantaba espontáneamente de los asientos. Ello era posible porque él mismo era pueblo, porque era uno de nosotros, porque hablaba un lenguaje que nos era conocido: el del sufrimiento común y secular del pueblo trabajador, el de la acción común deliberada en las grandes asambleas, y ejecutada directamente, sin filtros. El de la democracia popular entendida no como institución sino como movimiento que surge de las entrañas del pueblo. Recuerdo haber experimentado esta sensación de ser parte de una clase en al oírle declamar en por los menos, dos o tres actos políticos del PSUC de aquella época en Sabadell o en Barberà o Badia. Su palabras sencillas, claras, trasparentes me decían mucho más que las de los compañeros y camaradas que hacían un discurso mucho más político. Miguel nos conectaba directamente, desde el sentido común obrero y campesino con la perspectiva de una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales. Era una utopía muy concreta, surgida del dolor y de la experiencia del pueblo.

Con Miguel, todo un colectivo de poetas populares realizó en estos años esta tarea de expresar la mentalidad, la psicología de la clase obrera. Una de esas realidades es la Asociación Pensamiento poético, nacida en estos año. Gramsci denominó a este tipo de personas intelectual orgánico de una clase. En este caso, de la clase obrera española que entre los años 1965 i 1976, urgida por la necesidad, casi llegó a tocar el cielo con sus manos callosas. Luego todo cambió para que no cambiara lo esencial. 

Acabo este punto diciendo que esta actuación en la fiesta del PCE de 1978 me ha recordado vivamente los momentos finales de la película El cartero de Pablo Neruda, basada en la novela del mismo título de Antonio Skármeta.[3] 



En la película, la figura del poeta popular está representada por el personaje del cartero italiano Mario Ruopolo. En la novela, el mismo personaje recibe el nombre  del chileno Mario Jímenez). La figura de ese cartero proletario refleja fielmente a esa generación de poetas populares de aquellos años y creo que muy concretamente la figura rutilante de nuestro Miguel Núñez. 

 

2.- Los caminos de la obra poética de Miguel 

Ahora me gustaría hacer un breve recorrido por su obra escrita. No podré detenerme en muchos detalles porque hay muchas personas que tienen de hablar después y seguramente con mucha más autoridad que yo. Mencionaré solamente los títulos que he podido consultar en la Biblioteca Digital Loreña.[4] Seguramente hay aún muchos más títulos aún no digitalizados y muchísimos más que permanecen inéditos. 

¿Quién será el historiador o el filólogo que se sumergirá en el laberinto de papel que seguramente son sus archivos, cuadernos y carpetas y nos ofrezca algún día una biografía completa y un análisis pormenorizado de su obra? Los poetas populares merecen tanto o más que los académicos o los encumbrados por la editoriales de “prestigio” que alguien les dedique su tiempo para conseguir que su vida y obra no se hundan en la fosa común del tiempo.

Desgranemos algunos de los títulos que he podido consultar en estos días.

1.- Mientras voy caminando ( Ediciones en 1975, 1979 y 1980), editado en 1979 junto a la obra de teatro: Víctimas de una guerra.

2.- Al pueblo trabajador. (Autoedición, 1976, segunda edición, enero de 1978,). La portada muestra el campo de atletismo que está entre la actual Bassa de Sant Oleguer i la fábrica de can Cuadras, durante una asamblea realizada en la huelga general de febrero de 1976.


3.- Desde la azada al taller (primera edición, Barcelona, 1976, segunda 1980).

4.- De Puerta en Puerta. Barcelona, 1977.  Este libro está autoeditado por un grupo de poetas al que perteneció Miguel Núñez. El libro cuenta con poemas de los siguientes autores: Encarna Ciuraneta, Jesús Muñoz, Emiliano Mercado, Miguel Núñez Pedregosa, Jorsan, Juan José, A. M. Fox, María Rosa Camí. La primera en 1977. La segunda en 1980.

5.- Recopilatorio publicado en Sabadell, Copistería Montserrat, calle La Lanera 1980 que contiene: Mientras Voy Caminando, Desde la Azada al Taller y De puerta en Puerta.[6]

6.- Por tu pan y libertad ( 1977).

7.- Raíces y caminos (1978).


8.- Teatro: En una casa viejaLos obreros del cortijo Encontré mi segunda casa (1979).

9.- Al amor y a la verdad (1986), premio internacional de poesía.

10.- Lágrimas del alma (1988).

11. - Páginas de una vida (1992). Dedicado a las maestras y maestros del C.CP. Reyes de España de Lora del Río. Prologado por Lourdes Soriano. Es una antologia de diversos libros suyos: Mientras voy caminando, Desde la azada al taller, al Pueblo trabajador, Por tu pan y libertad, De puerta en puerta, Raices y caminos, El amor a la verdad, Láminas de luz, Caminar amando, Poesía y Libre expresión. 

12.- Caminar amando (1992). Portada de Setefilla Nuñez. Ilustrador: José Luis González. Prólogo de Felisa Paz. Es un libro en versión bilingüe castellano y catalán. No indica el traductor al catalán.

13 Poemas Inéditos (1996) Libro póstumo, prólogo de Lourdes Soriano. Son sus últimos poemas, dedicados a la vida al amor, al campo, a Andalucía.

 

3.- Grandes temas de la vida y de la obra del poeta del pueblo.

Miguel Núñez hubiera querido ganarse el pan como dramaturgo, además de como poeta. Así lo atestiguan sus estudios en declamación en Sevilla en 1962. Las diversas obras de teatro que encontramos en sus publicaciones y seguramente otras que permanecen inéditas, también los grupos de teatro en el barrio de la Planada, y luego aquí, en Torre Romeu. Cuando vuelve a Lora, entre las actividades que desarrolla en colaboración permanente con los maestros del colegio Reyes de España, el teatro es un eje muy importante. La vida no le permitió cumplir ese deseo. Su nacimiento campesino, su condición de clase, su militancia poética como intelectual orgánico del pueblo trabajador no se lo permitieron. Otros nacidos en cunas más altas, que les permitieron estudios caros, viajes, relaciones entre los ambientes teatrales de alcurnia, si pudieron hacer ese camino que el no pudo.

Por razones de tiempo solo podré enumerar algunos de los grandes temas que ocupan su obra. En primer lugar, el sur, su Andalucía, y en ella la vida del campo, la miseria que le tocó de vivir a él y a toda su generación, a muchos de los que hoy estáis aquí. En ese conjunto podemos incluir su amor por los animales, por las plantas por el huerto y por los trabajos del campo. En segundo lugar la emigración, los caminos las idas y vueltas entre el Sur y el norte, entre Lora y Sabadell, el tener un pie a cada lado, el ser andaluz y sin dejar de serlo tener una tierra de adopción que le acoge, primero como a un extraño recién llegado y luego como uno más de sus ciudadanos. Rechaza en un poema que le llamen “castellano”, se reafirma como andaluz, desconfía de la denominación “los otros catalanes” acuñada por Paco Candel, pero acaba conociendo y trabajando con gente catalana, relacionándose con ella, descubriendo que en esta tierra hay gente comprometida como él en la lucha por una sociedad más justa y libre. Acaba comprendiéndonos a los catalanes, defendiendo nuestros derechos y nuestra lengua. Des de los centros culturales en los que colabora va tejiendo amistades que le hacen amar su nueva tierra de adopción. Hasta el punto de que su libro de 1992 será publicado en ambas lenguas. 

El siguiente gran tema omnipresente en su obra es el camino, la vida como un camino a veces doloroso, otra veces jubiloso. El camino solitario o en compañía. El camino que tantas veces aparece en los poemas, como reflejo de esa condición vital de caminante que también reflejó en su momento Antonio Machado. 

Añadamos su tremenda implicación en los movimientos sociales de aquella época, desde su condición doble de cristiano y de comunista, a veces cercano y casi miembro del partido, en otras ocasiones como compañero de viaje, más allá desde una distancia siempre respetuosa. Lo mismo podemos decir de su apasionada religión popular, que es el sentido común que hará que se levante contra la injusticia. 

Y, presidiendo y atravesando el conjunto de su obra encontramos el amor.  El amor a los padres, a Setefilla y al resto de los hermanos y al resto de la familia, el amor a la naturaleza, al campo, a su clase social, al pueblo, a Andalucía y a Catalunya. Y la lucha por la libertad de cada uno por amar a quien y como quiera. Así pues, amor es el hilo conductor de toda su vida y obra. Sus ilusiones, sus desengaños, sus re-encuentros, su felicidad y su dolor narrado siempre con una enorme inteligencia emocional y con una enorme empatía hacía los demás a lo largo de todos sus libros y de sus años en este valle de lágrimas.

No puedo extenderme más ni robar más tiempo y espacio a los demás intervinientes. Pido disculpas por si he cometido algún error o por si me he dejado en el tintero alguna cuestión que debiera haber mencionado.

Sin embargo acabo, lanzando una pregunta al aire:


4.- ¿Qué poemas hubiera escrito el poeta en el mundo de horror que vivimos hoy?

En 1953 el querido poeta Rafael Alberti escribió su conocido poema 

Balada para los poetas andaluces de hoy

 En él se preguntaba: 

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos.

Llevando la pregunta a nuestro tiempos, podríamos preguntarnos ¿qué poema escribiría hoy y aquí nuestro Miguel Núñez Pedregosa?

Me voy a arriesgar a responder a esta pregunta. Quizás quienes lo conocieron mejor que yo me corregirán. Sin embargo, a mí no me cabe la menor duda. 

Estoy seguro de que nuestro Miguel Núñez hubiera dedicado algunos de sus  poemas a los niños de Gaza.

Creo que Miguel hubiera levantado su voz recitando esos nuevos poemas por todos barrios de Lora, por todos los barrios de Sabadell, por los de toda Andalucía y de toda Catalunya.

¡Sigamos su ejemplo, no dejemos que mueran más niños en ese genocidio cotidiano de estos terribles días!






 

 

 



[1] Es poden llegir unes línies biogràfiques escrites per l’amic José Luís Gonzalez en aquest mateix blog: MIGUEL NÚÑEZ PEDREGOSA, Poeta del Pueblo. APUNTES BIOGRÁFICOS

[2] Debo esta información al poeta Luís Arranz, que fue testigo de este hecho.

[3] La película se puede visionar gratuitamente en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=aEXvNrDotJk . 

[4] Biblioteca Digital Loreña, https://bibliotecadigitalloreña.es/?s=Miguel+Núñez+Pedregosa . En esta biblioteca se pueden encontrar 12 títulos de sus obras. Como algunos de esos títulos son recopilatorios de varias obras el total de libros que el lector puede encontrar ahí es de 

[5] Barcelona, Copistería Multitex,  calle Diputación, 113-115, enero de 1978

[6] Citar: No me llames castellano, soy andaluz compañero  126; Ser cristiano y comunista 130; A Migueles de la historia 134, Ya puedo ser comunista 137-138

[7] Editorial Amarantos, Barcelona, 1992

MIGUEL NÚÑEZ PEDREGOSA, Poeta del Pueblo.

APUNTES BIOGRÁFICOS 

Por José Luís González

 


Miguel Núñez Pedregosa, nace el 30 de septiembre de 1941 en la calle 7 de agosto, hoy Maestro Carmelo Díaz del pueblo sevillano de Lora del Río, donde la familia tiene una pequeña casa si bien su residencia habitual estaba en una pequeña aldea de chozas, en la zona denominada como LaGitana, a cinco kilómetros del pueblo.

Es el segundo hijo de Miguel, jornalero y pequeño arrendatario de tierra, y Magdalena, de profesión sus labores, es decir todas: la casa, los hijos y ayudar en las tareas del campo.

Son los primeros años de posguerra, hambre y dictadura. Años en los que, lo más básico, comer, no estaba garantizado ni por la cartilla de racionamiento. Menos aún para una familia que llegó a tener 12 hijos.

La economía familiar se sostenía, por tanto del jornal, el beneficio obtenido de la parcela en arrendamiento, lo que cultivaban en huerta y los animales, gallinas y cerdos que ellos criaban.

El apego familiar y ese contacto con la tierra y la naturaleza en general, esos aromas, marcarán –como a Lorca- las inquietudes y la temática de la poesía de Miguel y de sus obras narrativas y teatrales.

Desde muy pequeño, Miguel tuvo que colaborar progresivamente en las tareas más diversas: Desde recoger hierba para los animales o elgrano que caía en tierra, cuidar de los animales, limpiar los cotrrales. Y, de adolescente, las múltiples tareas de cualquier jornalero: escardar, resembrar, entresacar, aporcar, atajar, regar…

En aquellos años, la enseñanza no era obligatoria y para los niños del campo, además, no era fácil. Sólo el interés de los padres y la colaboración de algún maestro –fue el caso de represaliados por el franquismo- de los que no fueron fusilados, que, sobre una bicicleta, recorría los distintos rincones de la zona y por unas pocas pesetas daban clase yendo de casa en casa, de choza en choza. Ese fue el caso de Miguel y sus hermanos. Siempre destacó que, gracias al interés y esfuerzo de sus padres, aprendió a leer, escribir y las cuatro reglas matemáticas. Otros aprendieron en la mili –recordaría Miguel.

De esta forma, cuando en invierno vivían en la casa del pueblo, Miguel y sus hermanos podían asistir a las clases del maestro Caña, un educador y políglota cuyas clases fueron reconocidas en todo el pueblo.

Pronto empezaría a escribir poemas, a modo de romances, sobre sus tíos, hermanos, amigos, la vida del campo… Nadie –salvo él mismo- sabe nada hasta los 14 años. 

Miguel tiene hambre, ansias por saber y empieza a estudiar por correspondencia, en los momentos de descanso y en días de lluvia. Se interesa por la cultura en general y el francés. 

En 1958 Miguel tiene 17 años y a la familia se le presenta un problema: Le quitan la parcela al no renovárseles el arrendamiento de la parcela y se ve forzada a trasladarse a Coria del Río, pueblo próximo a Sevilla, donde las tierras son mejores  y más baratas.

Al poco de estar en Coria, Miguel es tallado y, cuando se incorpora al servicio militar, su familia se queda con dos brazos menos para trabajar el campo y él, por su preparación, llega a ser cabo furrier, teniendo más oportunidades de mostrar sus cualidades humanas, sobre todo la solidaridad. Especialmente compartiendo con los compañeros el contenido de los paquetillos de embutidos caseros que, tras las matanza, enviaban las familias.

Finalizada la mili, vuelve al campo con la familia y, terminada la jornada, asiste a la jornada, asiste a la Escuela de Arte Dramático de Sevilla, donde se ha matriculado y consigue una beca. Miguel va perfilando su vocación y hace dos cursos en un año. Los profesores le dicen “Esto no da para comer y menos viviendo en un pueblo”, pero Miguel no se desanima. Aprende las técnicas como actor y declamador y hace grandes amigos.

En febrero de 1962, cuando la tierra no soluciona las necesidades básicas de la familia y decide emigrar a Cataluña, Miguel se queda en Coria, con un tío suyo, para terminar Declamación, si bien, al no encontrar trabajo de actor, se viene a  Sabadell, donde reside la familia.

Trabaja de paleta en la construcción, en fábricas y talleres y, cada vez con más frecuencia, participa en actividades poéticas y teatrales, colaborando en asoci-aciones de todo tipo, incluidas las que entonces había que registrarse gubernati-vamente como “culturales”: sindicatos y partidos de izquierda.

Siempre sintió un profiundo agradecimiento por la acogida que sintió en tierras catalanas.

Miguel tiene 27 años, cuando en 1963 le detectan un carcinoma. Los médicos más optimistas le dan tres meses de vida. Afortunadamente, se equivocaron. Miguel tenía ganas de vivir, ilusión y había muchas tareas pendientes: fin de la dictadura, conquista de las libertades en una España sedienta de Democracia.

Demasiado joven para ser declarado pensionista, pero pudo disponer de todo el tiempo para desarrollar su vocación: la poesía y el teatro.

Es su etapa más creadora y ajetretreada. Sus poemas, de contenido social y hondas raíces andaluzas y campesinas, tienen la mejor de las acogidas entre los obreros de talleres y minas.

Su poesía era una inyección de moral, coraje y esperanza para los trabajadores en momentos de huelga. Todo el mundo quiere oírlo recitar porque pone el alma y, no basta: quieren tener sus poemas.

Es el momento de publicar, pero ¿qué editorial se va a comprometer con ese tipo de conteniodos?

Se recurre a la autoedición y así van editándose sucesivamente 

·      Mientras voy caminando (1975, 1977, 1980) y Al pueblo trabajador. 

·      Desde la azada al taller (1976 y 1980).

·      Por tu pan y libertad (1977) y De puerta en puerta (1977, 1980).

·      Raíces y caminos (1978).

·      Teatro: En una casa viejaLos obreros del cortijo Encontré mi segunda casa (diciembre del 1979).

Por esos años, el Ayuntamiento de Sabadell le reconoce su contribución a la cultura obrera y popular. Contribución que continuaría con más recitales y nuevos libros.

·      Al amor y a la verdad (1983), premio internacional de poesía.

·      Lágrimas del alma (1988).

·      Páginas de una vida Caminar amando  (1992).

Durante los llamados años de la transición, Miguel llena teatros, campos de fútbol, locales de asociaciones y partidos de Barcelona, Lora del Río y otros pueblos andaluces.

Miguel vuelve a Lora, es acogido en la Asociación de Vecinos Miguel Hernández,  y centros educativos como el Colegio Reyes de España, cuya AMPA lleva hoy su nombre. 

En la Asociación de vecinos participó en El secreto bien guardado, sainete de Alejandro Casona.

El obrero campesino se convierte en un himno popular porque, más que un poema autobiográfico y es el retrato de gran parte de su auditorio cuando en Córdoba, La Campana, Brenes, Cantillana,… solicitan su presencia en diversos actos y cada cierto tiempo tiene que regresar a Cataluña porque lo reclaman para oírlo recitar. 

Estamos en 1980 cuando Miguel volvió a su pueblo en el momento justo para que, desde un pasado que en sus poemas cobraba vida y recuerdo emocionado, construir un futuro mejor: diferente, libre, culto,…

Tras la muerte de su padre, Miguel regresa definitivamente a Lora del Río y, durante un tiempo, se aisla en el campo, junto a su madre y Salvador, el pequeño de los hermanos, la mujer de éste y los sobrinos, dedicándose a escribir, a crear.

En 1993 participa en recitales junto a grandes poetas, como Alberti, en dos ocasiones, quien con un abrazo lo animó a seguir esa tarea. Ese mismo año fallece su madre y para él fue un golpe muy duro de superar.

Miguel se sentía hombre de izquierdas, pero rehusó las propuestas de formar parte de candidaturas porque lo suyo era escribir y su mensaje trascendía lo partidista. Argumentaba que su tarabajo, “como el de los poetas, es universal y eterno” y que, si era poeta del Pueblo, lo sería de todo el Pueblo, no de una parte.

Conecta con un grupo de maestros del C.P. Reyes de España y se integra el Seminario de Animación Sociocultural, conformado por maestros, padres de alumnos, antiguos alumnos y vecinos. 

La familia parece que se recompone un poco cuando regresan a Lora del Río, sus hermanos Pepe, el mayor, y su hermana Setefilla. Junto a Salvador, su cuñada Loli y los niños Mari Se y el pequeño Miguel, conforman una pequeña aldea rural en que Miguel no está solo, se siente se siente arropado, querido…, intentando sobrevivir a la ausencia de su madre, pero no evitar la depresión que se hace visible en debilitamiento físico. 

Las visitas de amigos lo acompañan y animan. Con la excusa de compartir un picaíllo musical, la guitarra y un plato de tomate con sal parecían tener efectos curativos. Miguel se sentía mejor y, cuando se sentía mejor, cultivaba el huerto, haciendo las faenas con su brazo sano, el izquierdo, cuidando los conejos, gallinas, pavos, gallinas de Guinea,… Parecía feliz y disfrutaba enseñando a los amigos su pequeño zooloógico. 

A finales de 1994, decía “Tengo que ponerme para recupeerar todo lo que he dejado de hacer”, pero su salud y tiene que ser ingresado en un Hospital sevillano.

Su cuerpo está cada vez más débil, pero su alma se engrandece y derrocha ganas de vivir. Su vecino de cama –cosas de la vida- es otro poeta loreño: Francisco Vélez Nieto. Los dos debían a ser intervenidos del corazón. 

Enero 1995: Paco Vélez prepara un recital poético en los pasillos del Hospital para el sábado 6 de febrero a las 5 de la tarde. Fue su último recital y, de público, el personal del hospital, otros pacientes y familiares éstos. 

Miguel fue intervenido el lunes 12 de febrero a las 8 de la mañana. Al salir en la camilla para el quirófano, Miguel se depide de su familia. 

La operación resulta muy complicada y, tras ella, Miguel es llevadotá en la UCI, llegando a su final.

El 13 de febrero de 1996, el cuerpo de Miguel recibe sepultura en el Cementerio del pueblo que le vio nacer.