dilluns, 18 de novembre del 2013

El sueño de la revolución produce verbalismo vacío, maximalismo utópico y oximorones a porrillo.

Joan Tafalla

Dice el documento del congreso del PCE sobre el euro:

La estrategia es la desobediencia y el cuestionamiento de las normas de la UEM. Poner en marcha medidas susceptibles de generar alianzas a escala europea obligara a cambiar las reglas de juego: el impago de la deuda ilegítima, un sector financiero público o su nacionalización, la restricción del movimiento de capitales o la creación de impuestos sobre el mismo. Imponer el control del movimiento de capitales es un paso necesario y previo al abandono o expulsión del euro”.


Verbalismo vacío: grandes objetivos sin política real para conseguirlos. Utopía: cambiar la UE desde dentro. Oxímorones a porrillo: 
  • "impago de la deuda ilegítima" , ¿como enfrentar el boicot y colapso de la economía sin tener ni tan sólo soberanía monetaria?
  • un sector financiero público o su nacionalización ( ¿en que quedamos una u otra, o ambas?, ambigüedad calculada, gramática parda de burócrata en busca de futuro acuerdo con el PSOE). ¿Sector publico financiero o nacionalización de la banca dentro de la UE? ¿Es un engaño o un autoengaño?
  • "la restricción del movimiento de capitales o la creación de impuestos sobre el mismo". Siempre estas ambiguas "o" que dejan la propuesta política en el aire. Como bien señala Giaime Pala, el control del movimiento de capitales dentro de una unión monetaria, es un absurdo lógico. Añado: decir que se trata de un "paso necesario y previo ( ¿por qué "necesario y previo"?), al abandono o expulsión del euro" ( en que quedamos: ¿abandono o expulsión?)

En espera de leer y analizar el documento completo, me pregunto: ¿Es esto una política adecuada a los duros tiempos que vive la clase obrera y los sectores populares o, simplemente, juegos de artificio verbal? Lo segundo, sin duda.

¿Por que estos atentados a la lógica y al marxismo más elemental?¿ A quien benefician? ¿quid pro quo?

El objetivo de este vaciamiento de política no es otro que posibilitar el pacto con el PSOE, tras el avance previsible de IU en las próximas elecciones generales. Tacticismo frente a un imperialismo desalmado. Hay que entrar en el gobierno a toda costa. Aunque sea para aplicar las medidas de la troika "por imperativo legal". Intereses económico-corporativos frente a los necesaria, urgentes, imprescindibles eticidad política. ¡Qué diferencia con el PCP!

Los amigos de Contropiano (Roma), lo ven de forma más optimista que yo:


Me parecen demasiado optimistas. 

Por desgracia, la izquierda, si nos referimos a IU y al PCE no está dividida. La mayoría aplastante apoya el oxímoron ese de restringir el movimiento de capitales dentro de una unión monetaria. La inmensa mayoría apoya la utopia de cambiar la UE desde dentro y la utopía de una "banca pública o nacionalizar la banca" ( ¿en que quedamos?) dentro de la actual UE. 

Utopia peligrosa. Autoengaño de dirección y cuadros.

Una mezcla irresponsable entre corrupción de la dirección y pensamiento débil de los cuadros. ¿La base? ¿ El pueblo comunista y soberano? No se le espera.

Mientras en las empresas, en los barrios de las zonas metropolitanas más duramente castigados por el paro, el hambre y la falta de futuro, crece y crecerá la despolitización, y esas formas de impotencia y heteronomía que son el fascismo y la xenofobia. La ausencia de una perspectiva clara por parte de la izquierda. La ausencia de alguien que señale quien es ele enemigo real.

Esa amalgama verbalista de anticapitalismo, ambivalente y ambiguo, y pragmatismo politicista, no sirve hoy, no servirá para combatir esa deriva popular hacia el populismo, el fascismo y el olvido de la lucha de clases. 

Es curioso que  en Francia y en Alemania sucedan fenómenos similares. Los destacamentos procedentes del PCF y del PDS en las respectivas unidades de la izquierda (Front de Gauche y Die Linke, respectivamente) son los más proclives a mantener el euro. En cambio, los socialdemócratas radicalizados ( quizás por que saben de que hablan, quizás por que han decidido abandonar la estrategia de gobernar a toda costa en esta UE) son los más proclives a rechazar el euro. ¿Será cierta la ley de hierro de Michels ?http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Michels#Ley_de_hierro_de_la_oligarqu.C3.ADa

Se precisa una revolución cultural en la izquierda. Pero no logro adivinar de donde vendrá y, ni tan solo, si vendrá en un plazo de tiempo relativamente corto. Todo parece indicar que no vendrá desde dentro de la actual izquierda. Pero fuera, tampoco se vislumbran mucho indicios. Sólo hace falta leer la ambigüedad de los programas de la CUP y del Procés Constituent respecto del euro. Por otra parte las revoluciones culturales, ya nos lo advirtió el amigo Vladimir, no son cortas. Necesitan tiempo, mucho tiempo.

Otrosí y para acabar: la derrota en el congreso del PCE de la enmienda que defendía que no solo CCOO fuera la opción sindical de los comunistas. Poner vallas al campo. El sindicalismo de clase continuará creciendo al margen del sindicalismo oficial. Los comunistas del PCE y del PCC o del PSUC viu que militen en esos sindicatos minoritarios que están dinamizando, en la medida de sus fuerzas el sindicalismo de clase, no contarán con el visto bueno de su partido. Algo más grave: estos partidos renuncian a tener una alternativa sindical propia. El acuerdo significa, lo sabemos, lo saben quienes lo han votado: hacer prevalecer los intereses del lobby sindical dentro del PCE y de ambos partidos comunistas catalanes. Si el asunto fuera baladí, la propuesta de dejar libertad d afiliación sindical a los comunistas hubiera pasado sin dificultad. Está lejos de ser un tema baladí: el lobby sindical podría encontrarse sin tropa para sus maniobras de supervivencia en CCOO. 

En otros tiempos llamábamos a eso "liquidación de la autonomía del partido con respecto al sindicato", o "cadena de transmisión del sindicato dentro del partido". O cooptación del partido dentro del régimen por parte de un aparato sindical que a su vez, es parte sustantiva de ese régimen. 

En fin, otra victoria de esa variante del transformismo que se llama post-carrillismo o sea el carrillismo sin Carrillo.

Eso si, seguro que no faltó la liturgia: cantaron la internacional, levantaron el puño y lanzaron algunas bravatas al aire. Y, según leo el facebook, muchos marcharon a casa con la conciencia tranquila del deber cumplido.

Siento esta dureza, producto de la amargura de ver, de nuevo a nuestro pueblo desprovisto de una de sus herramientas: el partido que se llama comunista. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada