Cayo Lara, el PER y el derecho de autodeterminación

Este mapa es de 2017

Cero a la izquierda

Las recientes declaraciones de Cayo Lara en Palma del Río son una muestra de la incapacidad política de una cierta izquierda española. No de toda por supuesto. Afortunadamente la izquierda española cada vez tiene menos que ver con la estirpe que va de Carrillo hasta Cayo Lara, pasando por Paco Frutos y por Gaspar Llamazares. La nueva y fresca izquierda española cada vez tiene menos que ver con este museo de los horrores.

Valoremos brevemente las declaraciones de Cayo:

a.- Incomprensión radical de las leyes del desarrollo desigual capitalista que son las que crean las desigualdades territoriales. Decenios de electoralismo han impedido a Cayo ya sus secuaces hacer las lecturas marxistas mínimas para poder actuar como comunistas. Leer, por ejemplo "La cuestión meridional" de Gramsci o el "Imperialismo" de Lenin quizás sería útil a las jóvenes y frescas generaciones de comunistas españoles que se esfuerzan para salir de este pantano

b.- La consuetudinaria falta de coraje político de Cayo Lara (de sus antecesores Llamazares y Frutos) para denunciar y organizar la lucha contra los verdaderos enemigos de los jornaleros andaluces que no somos los trabajadores ni el pueblo catalanes. Los verdaderos enemigos de los jornaleros andaluces son los terratenientes andaluces, extremeños o manchegos. Esta falta de coraje es el producto de haber sido durante masas décadas el farolillo rojo colgado del último vagón del tren del régimen. De ser el partido "comunista" de su majestad. Afortunadamente las nuevas generaciones del PCE afanan para salir de este pantano. Pero declaraciones como las de Lara no se lo ponen nada fácil.

c.- Ausencia absoluta de una posición leninista, es decir comunista, en relación al hecho nacional. Releer José Díaz, o conocer Joan Comorera o Pere Ardiaca no les vendría nada mal a las nuevas generaciones del PCE. Y claro, Lenin siempre Lenin.

d.- Con declaraciones como esta, esta "izquierda" alimenta el discurso del "tri-fachito" y le facilita la tropa necesaria. De hecho, con declaraciones de este estilo la "izquierda" excava la propia tumba política. La gente suele desconfiar de las imitaciones y suele elegir el original. Que Cayo y sus seguidores lo hagan sin darse cuenta no justifica actitudes como ésta. Al contrario, agrava su error.

De esta fracción de IU, no espero nada. Es un residuo fósil del eurocomunismo (hay otros: Llamazares, Paco Frutos, e via dicendo ...). Son los mismos que dieron un golpe de estado en la fundación de EUiA (1998); son los mismos que no entendieron nunca las consecuencias de la entrada de España en la UE; son los mismos que no entendieron ni la crisis del 2008, ni su consecuencia, el 15-M; son los mismos que no entendieron el 1-O ni lo entenderán nunca. Hace muchos años que me separé de esta izquierda sistémica, no espero de ella otra cosa que la reiteración y empeoramiento de sus errores.

En fin, estamos ante una manifestación más de una política residual que ha sido superada por el desarrollo histórico. Mi confianza en la izquierda de los pueblos de España me hace pensar que más pronto que tarde la izquierda española saldrá sana y renovada tras superar las consecuencias de esta enfermedad senil. Creo que, de hecho ya está saliendo. El ejemplo de Madrid, y quizás de Andalucía y de otras zonas podrían ser un camino para esta superación.

Inch Allah!

PD 1.- Hace demasiados años que lucho contra el nacionalismo catalán que clama contra el PER como para tener que dar explicaciones a nadie. Junto los terratenientes del mediodía peninsular y su representación política (PP, C'S y VOX), el catalanismo conservador es la otra cara de la moneda de un régimen que condena a los pueblos a la desigualdad y la confrontación. Nos urge un catalanismo popular.

PD 2.- Me pregunto qué dirán los de la fotografía del sábado pasado a la salida del Consejo Nacional de EUiA, sobre las declaraciones de Cayo. Serán secuaces, adláteres y/o acólitos o serán capaces de hacer una crítica política comunista? Tiempo al tiempo. La esperanza es lo último que se pierde.