El
pasado 2 de marzo recibí un email de un querido camarada que milita en
el PCE. En él planteaba diversas cuestiones referentes a la recuperación
del marxismo-leninismo en el anterior congreso del PCE, a las
contradicciones generadas en ese partido por la participación en el
gobierno del Reino de España y a las posibilidad de que todo ello pueda
ser debatido de manera democrática en el proceso congresual del PCE que
ahora está en curso.
Como
se trata de una correspondencia privada no reproduzco ni el nombre del
camarada ni el texto de su email, de enorme interés. Los aires que se
respiran no son buenos para los diálogos fraternales y críticos sobre
estos asuntos. El tiempo se ha congelado en nuestras organizaciones
desde 1981. Predominan las mismas concepciones del centralismo
democrático que en la época de Carrillo. És decir, se invoca a Lenin
para, a continuación negar su obra viva. Se invoca en nombre de Lenin en
vano.
Así
que respetando el anonimato de mi interlocutor y viendo que no puedo
cumplir con la promesa que le hago en el primer párrafo de mi respuesta,
comparto aquí las siguientes líneas ( incompletas) de nuestro diálogo.
"Hasta ahora ( mañana del lunes 7 de marzo) no he podido
contestarte. Sólo serán unas líneas esquemáticas como respuesta
provisional a las cuestiones que planteas. Cuestiones que son de gran
calado. Quizás más adelante pueda escribir un texto más ordenado y
orgánico. Ahora estoy editando un libro y, hasta mediados de abril no
tendré tiempo para meter mano en serio al tema.
Dices:
Llevo tiempo preguntándome si Lenin
expresó en alguno de sus escritos el principio de prohibición de las
fracciones organizadas en el seno de los partidos comunistas. Es algo
que no se encuentra en su supuestamente texto
"organizativo" (el Qué hacer, que a mí nunca me ha parecido una teoría
del Partido, sino una teoría de la Vanguardia).
Me
imagino que, de estar, estaría en sus intervenciones en los textos
fundacionales de la III Internacional, pero lo desconozco porque no los
he leído todos.(...)
Como bien nos explicabas aquella vez que coincidimos, el
marxismo-leninismo es una construcción del estalinismo, consecuencia de
las luchas de poder posteriores a la muerte de Lenin. Pero me preguntaba
si, concretamente, ese principio (prohibición
de fracciones organizadas) podía leerse directamente en Lenin, en qué
texto y, sobre todo, en qué contexto.
Respondo a esta pregunta:
Efectivamente,
del mismo modo que el marxismo no existía en vida de Marx y fue una
creación posterior de Kautsky, Bernstein y en parte (aunque no tanto
como se dice) de Engels ( véase Montserrat Galcerán, Maximilien Rubel,
Stefano Petrucciani...) el marxismo-leninismo no existía en vida de
Lenin.
El
partido bolchevique fue siempre un partido vivaz, diverso atravesado
periódicamente por debates y polémicas. Nadie, tampoco Lenin, pensó
nunca que el centralismo democrático (sinónimo de : democracia y unidad
de acción) debiera interpretarse como ausencia de tendencias o de
debates. Hasta 1921.
¿Qué pasaba en 1921? En ese año la
Rusia soviética venció a la Rusia blanca y a la coalición imperialista.
El país estaba destrozado: hambrunas, muertes sin número ( la polémica
sobre las cifras sigue y seguirá), el aparato productivo destrozado...
Se imponía la NEP. No había otro remedio. Lenin lo veía como una
retirada temporal para recuperar la producción y hacer salir el país de
la miseria y para crear las bases materiales del socialismo. El
socialismo era: "soviets más electricidad". Cómo dijera Lenin, las
retiradas son las etapas más peligrosas de la guerra: cunde el desánimo,
se pierde el sentido global de la lucha, se producen las deserciones y
las divisiones... es el momento de la guerra en que la disciplina es más
necesaria que nunca. La retirada puede ser la ocasión para reunir y
reorganizar las fuerzas para las futuras batallas. Pero puede ser el
momento de la derrota final. Cito de memoria y, quizás, invento algo.
Espero que no.
És en este contexto que en marzo de 1921 que se
produce el décimo congreso del partido en el que, paralelamente a la
aprobación de la NEP se aprueba la resolución "Acerca de la unidad del
partido" [Obras escogidas, tomo 3, p. 318, adjunto el PDF del tomo 3,
pro si no lo tienes a mano]. Todos los textos del Xº congreso son
esenciales para comprender el contexto de esta decisión. El momento era
el más peligroso desde noviembre de 1917, la necesidad de esta medida
era perentoria frente a las tendencias corporativas que se iban a oponer
al tremendo viraje que suponía la NEP.
Un artículo de Diego Crenzel muy interesante al respecto: "¿Por qué Lenin prohibió las fracciones en el partido comunista ruso?"
Un paso muy importante de este texto explica algo que que yo no conocía hasta lo leí en él:
"Las actas del décimo congreso, pese a sus más de 800 páginas, sólo
publicadas en ruso, fueron leídas y estudiadas por la mayoría de los
sovietólogos que se refieren al tema de las fracciones. Sin embargo,
algunos párrafos, curiosamente, parecen haber sido «olvidados». En
especial es obviado el diálogo que sostuvieron Lenin y Riazanov en la
decimosexta sesión del congreso, a la media mañana del 16 de marzo de
1921. Riazanov propuso prohibir, para los futuros congresos, la elección
de delegados según plataformas fraccionales, con lo que la prohibición
hubiera adquirido así un carácter permanente. Lenin pidió entonces la
palabra y le respondió: «El presente congreso no puede condicionar la
elección de delegados para los próximos. ¿Y si surgiera una cuestión
como, por ejemplo, la paz de Brest [Litovsk]?» (2)
Así
que la prohibición de fracciones nunca fue considerada por Lenin como
un elemento constitutivo del centralismo democrático, sinó como una
necesidad en una determinada coyuntura. La prueba de ello es que aún sin
fracciones legales los debates en el partido bolchevique siguieron
siendo durísimos hasta la muerte de Lenin ( con la participación de él
mismo. Véase, por ejemplo "El último combate de Lenin" de Moshe Lewin,
que te adjunto o el conjunto del tomo 45 de la obras completas, que
puedes bajarte de Internet. La lucha por el poder posterior a la muerte
de Lenin se desarrolló en una relativa libertad de debate hasta 1926 y
1927.
Hasta el Vº Congreso de la Internacional, el de la
llamada "bolchevización" de los partidos comunistas, no se produjo la
prohibición de fracciones y tendencias en los Partidos Comunistas.
Paradójicamente esta bolchevización de los PC's se hizo olvidando o
enterrando una de las características del partido bolchevique anterior a
1921.
En resumen:
- Se puede decir que los sucesores de Lenin acabaron haciendo una virtud de una necesidad coyuntural.
- Se suele señalar que la limitación de la democracia interna acompaña siempre en los PC's a los virajes hacia la derecha.
Sigues diciendo:
Mi motivación es la siguiente: tengo una preocupación cada vez
mayor ante el hecho de que la recuperación del marxismo-leninismo por el
PCE no pase de ser una reclamación del centralismo "democrático" del
supuesto marxismo-leninismo. Y, en consecuencia,
que pueda utilizarse como un instrumento para desprestigiar a las
personas que, dentro del Partido, podamos mostrar una posición crítica
con el Gobierno. De momento no parece que esto haya sucedido (o, si ha
sucedido, no me he enterado), pero mi intuición
me indica que en la medida en que se aproxime el Congreso este tipo de
acusaciones de fraccionalismo (clásicas de nuestro movimiento por otro
lado) empiecen a aparecer. Si bien, si no lo han cambiado, durante los
periodos congresuales en el PCE sí que solían
autorizarse corrientes organizadas (pero llevo un pequeño tiempo
bastante desvinculado de todo, así que no sabría decirte con seguridad).
En todo caso, desvincular este principio del leninismo significaría
reforzar argumentos favorables a la crítica interna dentro del partido.
Qué es una tarea que necesitamos hoy.
Respondo:
Como
te decía más arriba, los virajes a la derecha suelen venir acompañados
de una limitación del debate interno y de la democracia en los partidos
comunistas. Es una opinión personal mía, pero se pueden encontrar
numerosos casos empíricos en la historia de nuestro movimiento y muy
concretamente en España (años 1981-1982).
La
entrada en el gobierno de España ha sido un viraje hacia la derecha con
respecto a la política defendida por Julio Anguita. Es otra opinión
personal que creo que podría demostrar con hechos concretos. Mi
pronóstico es que el debate interno en el PCE sobre la cuestión de la
participación en el gobierno será restringido. Es la ley de vida de los
partidos.
Pero este debate es más necesario que nunca ahora que estamos en
medio de una guerra. Si la política internacional del gobierno es
competencia del presidente, ¿que hacen algunos comunistas en ese
gobierno que manda armas y se alinea disciplinadamente con la OTAN y la
UE? La línea divisoria entre el social-imperialismo y la izquierda
consecuente pasa por la cuestión de la guerra. Nos hace falta ya un
nuevo Zimmerwald.
En
ese debate, no tengo la menor duda que se usará la concepción
estalinista del centralismo democrático, más o menos disfrazada o
"modernizada". Ante ello, cualquier esfuerzo que se haga por defender
la libertad de debate y la democracia interna me parece saludable y
necesaria. Y cualquier esfuerzo que se haga por restablecer la verdad
histórica sobre el centralismo democrático y sobre el llamado
marxismo-leninismo también me parece imprescindible. Aunque debo
confesarte que soy pesimista al respecto. Muy pesimista.
Recibe
un abrazo y perdona, de un lado el retraso en la respuesta y de otro
lado el esquematismo. Siempre digo que "soy lento, pero inseguro".
NOTAS:
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada